Los trastornos digestivos son comunes en toda Europa, con síntomas como el dolor abdominal, que afecta significativamente a la calidad de vida.1 Encuestas entre la población general muestran que alrededor del 30% de la población española padece estreñimiento,2 mientras que cifras recientes sugieren que, cuando se aplican los criterios de Roma III, aproximadamente, uno de cada cinco adultos experimenta estreñimiento crónico.3
Síntomas como la irregularidad y el malestar digestivo son efectos secundarios bien documentados de una baja ingesta de fibra.4,5,6,7 El aumento de la ingesta de fibra continúa siendo la principal recomendación de estilo de vida para las personas con síntomas de estreñimiento y malestar digestivo.8 El salvado de trigo es una de las fuentes naturales de fibra más eficaces a la hora de ayudar a normalizar la función intestinal, mediante la reducción del tiempo del tránsito intestinal y el aumento del volumen9, así como el peso de las heces.10
Un estudio reciente realizado por Intertek 4‐front Research11 y la Universidad de Leeds12 muestra que el salvado de trigo puede aliviar eficazmente los síntomas del malestar digestivo (p. ej., la distensión abdominal, la falta de energía, etc.) y mejorar el bienestar psicológico en un plazo breve. De hecho, el consumo de una sola porción (30g) de cereales con un alto contenido de salvado de trigo mejoró de forma medible y significativa los síntomas del bienestar tanto digestivo como psicológico, en un plazo de cinco días.
La ingesta de fibra habitual es mucho más baja de la recomendada. La EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria) recomienda una ingesta de fibra para los adultos de 25 g al día13, con posibles beneficios adicionales con ingestas por encima de esta. La ingesta de fibra en la población española es insuficiente, con una ingesta media de fibra de solo 19 g al día los españoles no alcanzan la cantidad diaria recomendada.14 De media, se requiere un aumento de la ingesta de fibra de como mínimo 6 gramos al día para satisfacer las recomendaciones actuales.
Por lo general, los hábitos intestinales regulares pueden mejorarse con la primera ingesta del día. Algunos ejemplos son un desayuno adecuado, tomar una taza de café por las mañanas6 y darse tiempo suficiente para que tenga lugar la defecación. Algo tan simple como consumir cereales con un alto contenido fibra de salvado de trigo a diario en el desayuno podría ayudar a aliviar el malestar digestivo para gran parte de la población afectada. La elección de cereales ricos en fibra, puede ayudar a paliar la deficiencia de fibra de 6 g al día.6 Junto con una dieta equilibrada y en combinación con otras opciones con alto contenido de fibra, como el pan integral, el arroz integral, frutas y verduras, podría ayudar a muchas personas, a reducir la falta de regularidad y el malestar asociado a estos síntomas.
Datos clave de la fibra:
Referencias: